¿Por qué el servicio de ayuda a domicilio es la mejor opción a elegir dentro del catálogo de prestaciones de la ley de dependencia?
Las últimas estadísticas del INE reflejan que la esperanza de vida de cara a 2023 se fija en una duración para los hombres de 81,8 años y en 87 para las mujeres. Una cifra que va al alza en los últimos años y hace prever un envejecimiento poblacional cada vez más elevado.
Frente a estas tendencias al alza, la búsqueda de soluciones para conseguir la sociedad de bienestar sigue siendo una tarea pendiente que requiere varias atenciones.
En nuestras manos está el futuro de mantener, durante el paso de los años, la calidad de vida, ya no solo de nuestros mayores dependientes, sino también de aquellas las personas que diariamente conviven con ellos realizándolo con cariño y cercanía, pero sin perder la profesionalidad a la hora de la realización de las tareas.
Es aquí donde, sin duda, el Servicio de Ayuda a Domicilio se convierte en una de las mejores opciones a escoger cuando contamos con esta necesidad:
¿Qué beneficios podemos obtener al elegir el SAD como opción para la mejor atención?
- Se evita el desarraigo del usuario con su hogar, eludiendo cualquier trastorno que pueda ocasionarle el cambio de entorno en caso de institucionalización y mejorando así su calidad de vida.
- Se realiza una atención profesional individualizada y se contribuye a paliar el sentimiento de soledad que existe en algunos casos.
- Se trabaja para fomentar de la autonomía personal a la hora de la realización de las Actividades Básicas de la Vida Diaria, con apoyo, supervisión a través de la realización de tareas de estimulación cognitiva, motora y personal.
- Se ofrece un cuidado adaptado a las necesidades personales de cada uno de los usuarios, teniendo en cuenta además el bienestar de sus familiares.
- Se aumenta la rapidez en la recuperación en enfermedades de tipo reversible, ya que el usuario se siente mejor al continuar en su entrono habitual.
- Realizamos acompañamientos para la realización de gestiones cotidianas, fuera del domicilio así como así como apoyo y/o supervisión a la hora de la realización de las tareas de la vida cotidiana, fomentando además el diálogo, creación y mantenimiento de hábitos de higiene y de rutinas diarias, para continuar viviendo de forma saludable.